Este problema no sólo empeora la estética de nuestras piernas, si no que pueden darse síntomas de calambres nocturnos, hormigueo, dolor, picor, pesadez de piernas e incluso inflamación.
Aunque a veces no se encuentre la causa exacta para la aparición de este problema, se pueden asociar con ciertos factores de riesgo:
- Ser mujer, ya que los cambios hormonales que sufren pueden favorecer la aparición de varices.
- La edad avanzada provoca la debilidad de válvulas y venas que si no funcionan adecuadamente puede dar lugar a la aparición de varices.
- El embarazo dificulta el retorno venoso, por ello durante la gestación suelen aparecer más varices y luego perdurar unos meses tras el parto.
- El sobrepeso y la obesidad llegan a ejercer mayor presión arterial desembocando en la aparición de este problema ya que se dificulta el retorno venoso.
- Una vida sedentaria favorece también su aparición ya que estar sentado de continuo y cruzando las piernas durante largos periodos provoca la mala circulación que favorece la aparición de varices.
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