En Farmacia Vélez sabemos que los cítricos, magníficos árboles que proceden de Asia, son plantas aromáticas utilizadas en la alimentación desde hace muchísimos años.
El limón, la naranja, el pomelo o la lima, entre otros, son distintas especies del género Citrus, de cáscara de distintos colores dependiendo de su especie, hoja perenne y blancas flores olorosas.
Cada uno de estos tres orgánulos produce una diferente esencia con propiedades terapéuticas.
Todas las cáscaras de los cítricos poseen una esencia olorosa. Basta con pelarlos para que su aroma impregne inevitablemente nuestras manos durante algunas horas.
Para extraer este aroma, a nivel industrial, estas cáscaras son sometidas aun proceso de presión en frío, el cual extrae su esencia respetando su composición molecular. No hablamos de aceites esenciales, sino de la esencia, lo cual no debemos confundir con las esencias sintéticas del mercado, las cuales carecen de acción terapéutica.
Las hojas de los cítricos producen una esencia que, tras ser destilada mediante el vapor, da lugar a aceites esenciales llamados "petit grain" por los franceses. En nuestro idioma los denominamos según del cítrico del que provengan como aceite esencial de naranjo amargo o aceite esencial del limonero.
Las flores del naranjo amargo también pueden ser destiladas, y su aceite se conoce como azahar o neroli.
La aromaterápia emplea estos extractos no solo por su agradable olor, sino también por su acción terapéutica, la cual es fascinante. Podemos afirmar que los aceites y esencias provenientes del género Citrus son grandes calmantes para nuestro sistema nervioso, llegando a estar indicados para personas que sufran trastornos como estrés, ansiedad o insomnio.
Pero no todos están formados por la misma composición molecular, por lo cual deberemos escoger el más conveniente en cada caso.
Los aceites esenciales obtenidos a partir de las hojas de los cítricos tienen un color transparente y contienen sustancias aromáticas denominadas ésteres terpénicos, los cuales actúan como antiinflamatorios, analgésicos y antiespasmódicos.
El aceite esencial de azahar, con color transparente y exquisita fragancia, contiene alcohol terapéutico, una sustancia con poder calmante que se considera como un auténtico sedante.
Este aceite esencial es muy valioso, ya que se necesitan centenares de kilos de estas flores para obtener una pequeña cantidad de extracto, por lo que su precio suele ser elevado y muchas personas que sufren ansiedad o insomnio no pueden permitírselo.
En ese caso podemos recurrir a la esencia de mandarina, pero si su efecto relajante no fuera suficiente podemos recurrir al aceite esencial de naranjo amargo o combinar ambos para conseguir un mayor efecto.
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